miércoles, 16 de septiembre de 2009

En vacaciones, tambien un ejemplo

Siempre es buen momento para aprender, las vacaciones también, aunque nunca se desconecta del todo, si de la red pero no del trabajo.
Pues como os decía en estas vacaciones encontré un fantástico ejemplo de liderazgo y motivación en un lugar en el que no me lo esperaba; En la Rioja alta, cerca de Haro, en la bodega Amezola de la Mora, conocedor del vino que hacían y encontrándome de vacaciones cerca de allí decidí visitar la bodega, a tal objeto decidimos llamar por teléfono para reservar una hora en la que pudieran atendernos y al no conseguir contactar con ellos decidimos presentarnos allí, nos dirigimos a las oficinas y recibieron estupendamente y llamaron al que seria nuestro guia Miguel, en unos minutos nos transmitía un entusiasmo propio del dueño de un producto excepcional, nos guió por todas las instalaciones contándonos la filosofía de la empresa con un perfecto conocimiento de los mas ínfimos pormenores de la misma, contándolo con orgullo de padre, de creados de sueños, incluyo una cata en la que nos describió los vinos como si de sus propios hijos se tratase, después de todas las actividades y encantados con el producto decidimos comprar, el problema es que como seguíamos todo el día viajando por esas tierras riojanas no queríamos llevar el vino todo el día en el maletero, el mismo nos dio la solución, al volver a nuestro alojamiento como debíamos de pasar cerca le llamábamos a su móvil y el nos abría la bodega para que pudiéramos comprar lo que quisieramos, y así fue.
Hasta este punto puede parecer normal, quizá propio de una persona amante de su trabajo y de su producto, orgullosa de lo que hace, lo que es realmente meritorio es saber que Miguel es un operario de la bodega, hace las veces de guarda y colabora en el proceso de producción, es por tanto un empleado al que han sabido motivar, es un amante de su trabajo y un estupendo embajador de la marca, por lo tanto mi mas sincera enhorabuena a los propietario y a la vez gerentes de las bodegas "Amezola de la Mora" por saber liderar equipo humano de tal calidad, por saber motivarlo al punto de que el cliente llegue a creer que hablando con ellos habla con el mismo dueño, eso es liderazgo y motivación y el resto tonterías, y sobre todo gracias a Miguel, tu si que sabes transmitir orgullo de producto y entusiasmo por el mundo del vino.