La seguridad de
las instalaciones de una empresa así como la personal de sus empleados y
empleadores, se configura como una importante preocupación de todos ellos en
las actuales circunstancias sociales, garantizar la misma es tarea fundamental
de los líderes ya que permitirá que la producción y la competitividad no se vean
afectada por factores externos.
Durante la
última década, la necesidad de
seguridad personal tanto en el hogar como
en oficinas y centros de producción se
ha incrementado enormemente
Las alarmas están cada día más extendidas
debido a la necesidad de una mayor seguridad. Hasta hace unos años solo se
instalaban sistemas
de seguridad en lugares concretos, para preservar de
robos, atracos o incendios.
En general se podría definir a un sistema de
seguridad, como el conjunto de elementos e instalaciones necesarios para
proporcionar a las personas y bienes materiales existentes en un local
determinado, protección frente a agresiones, tales como robo, atraco o sabotaje
e incendio.
Existen todo tipo de sensores de intrusión a
través de puertas, ventanas y demás, o detección de entrada de intrusos en
zonas determinadas mediante sistemas perimetrales y volumétricos. Asimismo, hay
sensores de humo, de fuego, de inundación, etc.
Todos estos sensores van conectados a una
central de alarmas que puede reaccionar de formas diversas, haciendo sonar
sirenas, encendiendo luces, poniendo en marcha una instalación contra
incendios, tomando fotografías de los intrusos, avisando por teléfono a ciertos
números ya previstos o avisando a la central receptora de alarmas, que ponen en
marcha todas las medidas deseadas: aviso a policía bomberos, etc.
Una buena instalación de seguridad, ya sea
esta de seguridad
en casas particulares o en negocios debe estar conectada a una
central receptora de alarmas con vigilancia las 24 horas. Ésta es la única
forma de ofrecer seguridad continua a la fábrica, almacén, oficina o viviendas
familiares de que se trate.
Un sistema de seguridad no
debe proporcionar falsas alarmas, ya que en la práctica es tan poco eficaz como
aquel que puede vulnerarse fácilmente. Un sistema propenso a dar falsas
alarmas, además de no ser seguro, tiende a ser ignorado.
Antes de realizar una instalación habrá que
tener en cuenta ciertas consideraciones bien claras ya que van a definir la
instalación que se efectuará.
Pero es absolutamente aconsejable que la
instalación y el posterior mantenimiento los realice una empresa homologada,
dada la posible complejidad de las instalaciones y la propia seguridad del
inmueble protegido.
A pesar de la no obligatoriedad de que las alarmas
de casa cuenten con ello la tendencia en toda Europa es conectar
también estos sistemas de seguridad con una empresa de seguridad, ya que ésta
ofrece garantías en todos los sentidos. Y puede abarcar el amplísimo campo de
la seguridad en el que se incluirá la
seguridad personal y de objetos o enseres de valor.
Los sistemas de seguridad pueden ser
variables según las necesidades del local a proteger, así por tanto la mejor
alarma de hogar será aquella que mejor se adapte a las
características concretas del domicilio en concreto.
Los sistemas de seguridad no sólo sirven para
proteger a los bienes e inmuebles, protegen a las personas, ahorran tiempo y
dinero y en los procesos domésticos e industriales su uso está totalmente
generalizado.