El
papel fundamental líder en estos momentos será inculcar confianza en la gente. La
autoconfianza proviene del éxito, la experiencia, y el entorno de la
organización. La gente debe estar dispuesta a asumir riesgos y responsabilidades.
Los
cambios en la sociedad, los mercados, los clientes, la competencia, y la
tecnología están forzando a las organizaciones a definir sus valores, a
desarrollar nuevas estrategias, y a aprender nuevas formas de trabajar.
Presentan retos adaptativos, no solamente técnicos.
Una
de las cosas más difíciles para los líderes en la tarea del cambio es movilizar
a la organización a hacer el trabajo adaptativo, que se requiere cuando muchas
de nuestras convicciones son cuestionadas, cuando los valores que le dieron
éxito son menos relevantes, y cuando la teoría del negocio es obsoleta.
Vemos
retos adaptativos cuando las empresas se reestructuran, cuando desarrollan o
implementan una nueva estrategia, cuando se fusiona o cuando se abre el mercado
nacional a competidores externos. Los problemas adaptativos con frecuencia no
tienen respuestas fáciles. Lograr que la gente haga trabajo adaptativo es la
marca del liderazgo en un mundo competitivo y cambiante.
En
este escenario, ¿Por qué es tan difícil es para un gerente proveer liderazgo y
por qué? Es muy difícil por dos razones.
·
Primera:
Con el fin de hacer que ocurra el cambio, los ejecutivos tienen que romper su
viejo patrón gestionarsu liderazgo en forma de soluciones. Esta tendencia es
natural debido a que muchos ejecutivos alcanzaron sus posiciones de autoridad
debido a su capacidad para tomar responsabilidades en la resolución de problemas. Pero cuando una empresa enfrenta
retos adaptativos, el centro de responsabilidad para resolver problemas debe
trasladarse hacia el personal de la empresa. Las soluciones a los problemas
adaptativos no están en la cúpula de la organización, sino en la inteligencia
colectiva de los empleados en todos los niveles.
·
Segunda:
El trabajo adaptativo genera estress para aquellos que tienen que realizarlo. Se
tienen que asumir nuevos papeles, nuevos valores, nuevas relaciones, nuevo
comportamiento y nuevos enfoques en el trabajo. Los líderes, en lugar de dar
respuestas, deben hacer las preguntas difíciles. En lugar de proteger a su
gente contra amenazas externas, deben permitir que sientan el impacto de la
realidad para estimularlos a enfrentarla. En lugar de orientar a la gente en
sus papeles actuales, deben cuestionar esos papeles para que desarrollen nuevas
relaciones. En lugar de esconder el conflicto, deben destacar los temas
concretos.
El
liderazgo en tiempos de crisis tiene cinco retos fundamentales:
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El
reto del diagnóstico y de la actitud;
·
El
de la coalición; la visión y la estrategia;
·
El
de la comunicación persuasiva;
·
El
del adiestramiento y la capacitación
·
Y
por último el reto de arraigar la nueva cultura.
Por ello el reto final del liderazgo
organizacional en tiempos difíciles es movilizar a la organización para
identificar los retos adaptativos a los que se enfrenta, y al desarrollar la
capacidad para enfrentarlos, crear su propio futuro.