Normalmente asumimos
que el liderazgo es oligárquico, es decir, que es ejercido por unos pocos
situados en una posición de autoridad sobre el resto de la organización.
En la actualidad los problemas son demasiado complejos como para que las respuestas estén en
manos de unos pocos. Para hacer
frente a los retos complejos a los que ahora nos enfrentamos, la repuesta ha de
ser colectiva.
El Liderazgo
Adaptativo consiste, precisamente, en movilizar a los demás ,tanto fuera como dentro de
nuestra área de responsabilidad, para lograr comprensión y acuerdo sobre lo que
hay que hacer y cómo hay que hacerlo, facilitando los esfuerzos individuales y
colectivos de adaptación y desarrollando las nuevas competencias y habitos
necesarios para adaptarse a las nuevas circunstancias. A diferencia del
liderazgo formal, en el que la autoridad deriva de nuestra posición, el
Liderazgo Adaptativo se ejerce desde nuestro poder personal y nuestra
credibilidad. No tiene su origen, por tanto, en el puesto que ocupamos, sino en
nuestra actuación proactiva como líderes.
El trabajo del Liderazgo Adaptativo es, por tanto, una responsabilidad de
todos. Cualquier persona de la organización, con autoridad formal o sin ella, ha
de ser capaz de enfrentarse a la nueva realidad, de identificar aquellas
preguntas clave que nos permitirán anticipar el impacto de los cambios en
nuestra organización, y de movilizar a otras personas para que asuman la
responsabilidad colectiva que nos permitirá disminuir la brecha entre la situación
actual de las cosas y el escenario deseado
Estos son los pasos a
seguir:
- Movilizar a las personas fuera y dentro de nuestra área de responsabilidad, de forma que podamos hacer frente a los desafíos adaptativos y seamos capaces de crear las condiciones necesarias para prosperar en el nuevo entorno.
- Seleccionar lo que queremos mantener y preservar, lo que es prescindible y debemos descartar, y las nuevas capacidades que debemos crear para afrontar el futuro con éxito.
- Mantener a la organización en una zona productiva de desequilibrio haciendo las preguntas incómodas y tomando las decisiones difíciles.
- Gestionar los conflictos inevitables, las pérdidas y la confusión asociadas a los cambios, de forma que las perturbaciones sean productivas en vez de destructivas para las personas y la organización.
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