lunes, 16 de marzo de 2009

Para que un Equipo Funcione (Por Daniel Alvarez)

Casualmente, además del artículo que ha publicado David, o quizá gracias a él, estos días he leído varias ideas sobre las características del liderazgo. Creo que cada uno tiene su propio punto de vista, éste es el mío.
Para que un equipo funcione, lo básico es que dentro de él haya CONFIANZA. Parto de las características que se deben dar en el equipo, no de las del líder. La misión del líder será conseguir que se den estas características. Esta confianza tiene una triple vertiente, con consecuencias que se perciben fácilmente si falla alguna de ellas:
- Confianza en el equipo: en que es capaz de conseguir cosas, en que “somos una máquina imbatible”, un club al que vale la pena pertenecer. Esto desencadena que nos apetezca compartir, que haya solidaridad y se produzcan sinergias de forma natural. En mi opinión, cuando hay que establecer una estructura normativa para que se produzcan solidaridad o sinergias, quiere decir que algo no funciona: la confianza en el equipo es la base de la comunicación y se alimenta de ella.
- Confianza en el líder o en una misión: el buen líder encarna una idea o misión, que es lo que realmente resulta atractivo para la gente. Tiene mucha más fuerza un equipo que trabaja para perseguir un fin elevado que aquel equipo que sigue instrucciones únicamente por disciplina.
En este sentido, Tunick es un ejemplo de liderazgo a través de un valor o de valor personalizado en el líder. Ofrece la posibilidad de posar desnudos en una plaza a quien le apetezca, sin percibir nada a cambio y sin ni siquiera hablar con los seguidores: una buena idea hace innecesario tener que convencer.
Cada seguidor realiza ese día su parte disciplinadamente. Cada uno lo hará por su propia motivación: libertad, naturismo, exhibicionismo,… Los resultados son asombrosos, en Mexico reunió a 18.000 personas (2006).
- Confianza en sí mismos: si le falta esto a algún componente del equipo, el líder tiene una labor por delante. Sin confianza en sí misma, una persona es incapaz de desatar todo su potencial. “Para conseguir algo, primero tienes que soñarlo”, decía Disney. Para llegar a hacer algo de forma excelente, primero tienes que creer que puedes alcanzarlo. ”¡Podemos!” decía la selección de fútbol. En esto tiene mucho que ver las técnicas de coaching.
Algún líder puede caer en la tentación de querer que la confianza de su equipo parta de él, porque así es más fácil dominarlo,… Esto sin duda se notará: la mediocridad está garantizada ¿Cómo puedes comparar la potencia de un grupo de personas siguiendo la iniciativa de una con la proactividad de todo el equipo?
Valorando las virtudes necesarias en un líder para que esto se consiga, cualquiera puede entender ese refrán de “es más fácil ser mandado que mandar”.
Creo que, como todas las cosas buenas, no consiste tanto en que el líder se esfuerce en tener a todos motivados y trabajando… Más bien es aprovechar la motivación de cada uno y que revierta en beneficio del grupo y de la misión… Es reconocer el valor de cada persona y permitir que sea en su lugar de trabajo donde vea que más puede hacer patente ese valor. La peor tortura que puede tener un ser humano es estar ocho horas en un sitio sin hacer nada (la siguiente es el stress).
Todo esto suena difícil e inestable… Desde luego lo es, y es por lo que liderar es tan difícil. Pero al mismo tiempo, el reto de interactuar con otras personas es la salsa de la vida ¿Quién dijo miedo?

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