jueves, 6 de octubre de 2011

La participación en el proceso de actualización e innovación.

Las organizaciones exitosas dentro de los actuales escenarios sociales se caracterizan por presentar constantemente nuevos productos, ideas, etc. consecuencia de que su dirección ha sabido interpretar los requerimientos de la sociedad.

Michael A. West y James L. Farr indican que “Innovación es la secuencia de actividades por las cuales un nuevo elemento es introducido en una unidad social con la intención de beneficiar la unidad, una parte de ella o a la sociedad en conjunto. El elemento no necesita ser enteramente nuevo o desconocido a los

Innovación es generar o encontrar ideas, seleccionarlas, implementarlas y utilizarlas. La fuente de las ideas es la investigación y el desarrollo, la competencia, los seminarios, las exposiciones o ferias, los clientes y cada empleado de la empresa es un potencial proveedor de nuevas ideas generando las entradas para el proceso de la innovación.

Dentro de los procesos de una organización se debe considerar el proceso de la innovación que cubre desde la generación de ideas, pasando por la prueba de viabilidad hasta la finalización del producto o servicio. Las ideas pueden referirse a desarrollar o mejorar un nuevo producto, servicio o proceso.

Pero las innovaciones pueden ser desarrolladas por meras modificaciones realizadas en la práctica del trabajo, por intercambios y combinaciones de experiencia profesional y de muchas otras maneras. Las innovaciones más radicales y revolucionarias suelen provenir de los departamentos de I+D mientras que las más habituales suelen provenir de la práctica habitual pero existen excepciones a cualquiera de estas dos tendencias.

Tengamos en cuenta, que el desarrollo de las organizaciones está estrechamente ligado al liderazgo que ejercen sus directivos, pero al mismo tiempo, este desarrollo se apoya en la capacidad de innovación que puedan llevar a cabo las personas que hacen posible la permanencia de la organización en el tiempo.

Es muy cierto cuando se indica además, que existe una gran relación entre la innovación con la capacidad de liderazgo que llevan adelante los gerentes actuales, aunque son conceptos diferentes que tocan cualidades distintas, sin embargo, no se pueden separar una de la otra. Para poder desarrollar una cultura innovadora en la empresa, es condición que sus dirigentes se conviertan en líderes.

Cuando el líder es un verdadero innovador, genera en la empresa un ambiente propicio para que cualquier persona pueda proponer cambios. Las organizaciones que cuentan con este tipo de liderazgo, gerentes innovadores que lo demuestran permanentemente, son capaces de garantizar en la organizaciones competentes, generar una buena productividad y fomentar la aparición de productos servicios e ideas nuevos que pueden propiciar una demanda favorable para la organización.

Los lideres deben considerar lo que representa la innovación, su alcance y lo que ella puede generar a fin de ir inculcándola en la organización en pro de una cultura organizacional proactiva, que motiva al personal a exponer sus ideas, opiniones que propicien un buen clima que favorezca, el que la innovación conlleve a resultados favorables para todos.

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