lunes, 14 de mayo de 2012

Trabajo y eficiencia

De  los datos del Conference Board se desprende que la competitividad de un país no depende tanto del número de horas presenciales en el puesto de trabajo como de la eficacia y la eficiencia por hora trabajada. No se trata de trabajar más horas, sino de trabajar mejor. Tal como podemos observar existe en muchos casos una relación inversa entre productividad y número de horas trabajadas, esto es, los países más productivos tienden a ser también los que dedican menos horas al trabajo remunerado. Factores como la formación y calificación de los trabajadores, la capacidad de innovación y de gestión, así como la distribución, extensión y flexibilidad de la jornada laboral son la piedra angular de esta competitividad

Estudiando la lista de las mejores empresas, empresas que  aumentan cada año su productividad y beneficios y que  tienen menor índice de absentismo laboral, descubrimos que entre las medida de gestión de personal empleadas destacan aquellas que realizan una nueva gestión de sus horarios y que se basan en la productividad e inteligencia del individuo, motivando su compromiso y las iniciativas.

Horarios flexibles no quiere decir en ningún momento menor cantidad de tiempo trabajado, sino que el propio trabajador administra su tiempo el mismo, así mediante sistemas de control de presencia la empresa conoce el tiempo real que el empleado ha estado en las instalaciones de la misma, valgan como ejemplo los artículos de la empresa Cucorent (www.cucorent.com) sin someterle a horarios de entrada o salida.

Con este método, la exigencia hacia el trabajador es mucho mayor, la empresa se  asegura contar con el mejor personal, y no con personal cuyo único valor son las horas de presencia física,  aunque su productividad real se haya limitado a 5 minutos dentro en las 8 horas que han permanecido en  las instalaciones.

Es como si la idea fuera que el salario es a cambio del tiempo del trabajador en un horario determinado, y no por el resultado, y por tanto productividad, que éste proporciona a la empresa.

Las innovaciones tecnológicas permiten incluso que los sistemas de control de presencia individualicen, de manera que sean las propias características físicas de los empleados los que activen los mismos, evitando de esa manera la tan conocida y argumentada por parte de muchos empresarios de “picaresca laboral”, véase como ejemplo el link anterior.

La encuesta europea sobre condiciones laborales, que Eurofund realiza periódicamente a más de 40.000 trabajadores de 34 países (entre los cuales hay los 27 Estados miembros de la UE), sitúa a España como uno de los países con menos flexibilidad en la organización del tiempo de trabajo y con un peor equilibrio entre la vida personal y profesional. Sistemas de control de presencias que permitirían al empleado organizar su tiempo contribuirían también a elevar la eficacia y la eficiencia por hora trabajada en nuestro país y, posiblemente, ayudarían a reducir tanto el absentismo como el llamado presentismo laboral (las horas de presencia en el puesto de trabajo sin contrapartida en términos de dedicación efectiva).

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