Conforme se consolidaba la teoría de la administración y
de las organizaciones, a lo largo del siglo XX, ha cobrado fuerza el estudio
del liderazgo como una función dentro de las organizaciones.
Esta perspectiva no enfatiza las características ni el
comportamiento del líder, sino las
circunstancias sobre las cuales grupos de personas integran y organizan sus
actividades hacia objetivos, y sobre la forma en la función del liderazgo es analizado
en términos de una relación dinámica.
La necesidad de un líder es evidente y real, y esta
aumenta conforme los objetivos del grupo son más complejos y amplios.
Por ello, para organizarse y actuar como una unidad, los
miembros de un grupo eligen a un líder. Este individuo es un instrumento del
grupo para lograr sus objetivos y, sus habilidades personales son valoradas en
la medida que le son útiles al grupo.
El líder no lo es por su capacidad o habilidad en sí
mismas, sino porque estas características son percibidas por el grupo como las
necesarias para lograr el objetivo. Por lo tanto, el líder tiene que ser
analizado en términos de o función dentro del grupo. El líder se diferencia de
los demás miembros de un grupo o de la sociedad por ejercer mayor influencia en
las actividades y en la organización de estas.
El líder adquiere status al lograr que el grupo o la
comunidad logren sus metas. Su apoyo resulta de que consigue para los miembros
de su grupo, comunidad o sociedad más que ninguna otra persona. El líder tiene
que distribuir el poder y la responsabilidad entre los miembros de su grupo.
Esta distribución juega un papel importante en la toma de
decisiones y, por lo tanto, también en el apoyo que el grupo le otorga.
Como el liderazgo está en función del grupo, es
importante analizar no solo las características de este sino también el
contexto en el que el grupo se desenvuelve. Pues se considera que estas
características determinan quien se convertirá en el líder del grupo. Se ha
encontrado que un individuo que destaca como un líder en una organización
constitucional no necesariamente destaca
en una situación democrática, menos
estructurada. Dependiendo si la situación
requiere acción rápida e inmediata
o permite deliberación y planeación, los liderazgos pueden caer en personas
diferentes.
En resumen, el líder es un producto no de sus
características, sino de sus relaciones funcionales con individuos específicos
en una situación específica.
Aunque todavía se cree que
hay líderes natos, partir del
estudio del liderazgo dentro de
la perspectiva se fundamente la posición de que se pueden crear líderes, con solo reforzar aquellas habilidades de liderazgo necesarias
para una organización o situación
específica.
Un saludo cordial. Me parece interesante tu postura con respecto a este estilo de liderazgo, sin embargo, no denoto que profundices este tipo de liderazgo para dar a conocer la aplicabilidad de éste en el mundo organizacional.
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