viernes, 11 de julio de 2014

LOS ANTI-LIDERAZGOS


Desde un punto de vista estrictamente político, desde una visión meramente descriptiva de la realidad social: ¿Hitler es un líder? Muchas veces se responde con un rotundo sí. Hitler es un hombre con carisma que cautiva, persuade, y moviliza a la masa otrora dormida y anémica; pero la pregunta es ¿sobre qué bases edificó Hitler su acción de gobierno?, y ¿qué valores o principios inspiraron la filosofía de su régimen? La violencia y el racismo envuelto en el terror y la inseguridad de un pueblo: Hitler es uno de los ejemplos más tétricos de liderazgo.

Hitler es sólo un triste ejemplo, casos abundan por doquier.

¿Qué hay detrás de estos caudillos fuertes y autoritarios? ¿Cuál es la palabra mágica que explica su influencia y dominio sobre los demás?

Según el RAE Carisma en su primera acepción:  Especial capacidad de algunas personas para atraer o fascinar.

 

Carisma es un vocablo bastante equívoco, si por carisma se entiende al talento habitual o natural, casi innato, para ciertas actividades o profesiones. Siendo para muchos sinónimo de inteligencia casi sobrenatural, los cautivados por el poder mágico de un líder carismático le rinden culto a su personalidad.

La crítica del líder carismático es el autoritarismo y mesianismo de unos pocos y la docilidad y sumisión de tantos, considerándose un regalo de nacimiento para pocas personas. Con dichos ejemplos de la realidad se intenta demostrar

que existe una confusión en pensar que verdadero líder es aquel a quien siguen y obedecen, sin importar cuáles son los valores que guían la conducta del líder.

El liderazgo paternalista, basado en la benevolencia en virtud de la cual el líder trata a sus súbditos como niños, es el mayor despotismo concebible que destruye toda libertad. El hombre que es dependiente de otro ya no es hombre, ha perdido su sitio, no es más que la posición de otro hombre. Es la fractura más grave que impide o retrasa la llegada de una vida libre.

En cuanto a la versión maquiavélica del liderazgo, es importante recalcar que la misma se caracteriza por ser un liderazgo situacional meramente oportunista. Maquiavelo no deja margen de duda: considera que no es necesario ser príncipe de verdad con cualidades como lealtad, caridad, religiosidad, pero sí es muy necesario aparentar que se las posee.

En el tiempo que corre más vale parecer honrado que serlo en efecto, y para disipar cualquier resto de duda, concluye Maquiavelo, todos pueden ver lo que parece, pero pocos saben lo que eres, y esos pocos no se atreven a ir en contra de la opinión de los muchos que están respaldados por la autoridad del

Estado.

Se trata en definitiva de un liderazgo basado en un único valor: "el poder", en el cual no importan los medios sino el fin. En consecuencia, lo importante es triunfar no importa cómo, ya que el triunfador siempre tendrá la razón.

Los verdaderos líderes deben fomentar, expresar y defender la ciudadanía y los valores humanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario